martes, 14 de mayo de 2013

Se acaban las clases... y ahora?


Hoy fue un día violento, al principio mucha tensión (hoy hicimos el primer ensayo gordo de la exposición del proyecto final de máster), y después de la tensión, leer el discurso, las críticas, ser consciente de los errores, saludar a los compañeros, el éxtasis del alivio que da haber salido de eso, después... nada, se acabó. Ya no tenemos mas clases. Quedan los previos, buscar el atuendo, clásico y elegante pero que refleje la gracia del interlocutor, imprimir las tarjetas de presentación y las fichas del discurso, saberse el presupuesto y hacer ejercicios de respiración. Claro, que no falte lo de hacerse un callo en el orgullo para recibir las críticas destructivas y ser capaz de no perder los nervios y arrancarle el bisoñé al del jurado.

El día “D”, se la pasan diciendo los profesores, que por mas que intenten ayudarnos a pensar que hay luz mas allá del máster, nosotros solo vemos el podio del sacrificio final.

“Todo va a ir bien” .. “Pero si ya te lo sabes, ahora pa'lante”

Si bueno, eso está claro, pero... ¿y después?, no sé señora, busque el labial, que seguro que está en lo profundo de su bolso, y vaya a pintarse en frente de algún mostrador de Zara antes de ir a entregar curriculum. Es Zara, no Sara, ¿o es que usted no sabe pronunciar la ZETA?, no, no sé, me cuesta, pues practique con un lápiz metido en la boca.

Ay, que vida ésta! Algunos no tienen ni labial ni lápiz para estar practicando, yo hasta empiezo a creer en la suerte, en la buena, quiero decir, la mala está mas que demostrado que existe, la cuestión está en saber que es algo puntual y seguir caminando.


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