Feliz cumpleaños, Mamá!

Hoy extraño a mi mamá, si, tan grandota y con mamitis! Bueno, eso les pasa a muchos supongo, sobre todo cuando la distancia se siente como un hueco en el pecho por donde se va el aire. Algunos se reponen en la soledad una copa de "alguito" o un momento en silencio sentado en el balcón, de pronto el hueco se cierra con recuerdos "sabrosos", si, de esos que tienen sabores, olores, que nos sacan un suspirito.

Mi mamá es un mar de esos recuerdos, es una compañera que me hace crecer como persona y que a demás crece conmigo a la par, aprendemos juntas a medida que nos vamos transformando, es un poco mi hermana, mi padre, mi amiga, mi vecina, mi profesora, mi punto débil, mi balanza, en fin, cuántas cosas no es una madre, pero encima es que ha sido esas mismas cosas de mucha otra gente también. Antes llevaba mal lo de compartir a mi mamá pero con el tiempo me di cuenta que yo siempre me llevaba el mejor mordisco. 

"Agarra platica y apréndete que bus te trae pa' la casa, que un día te vas a quedar sin moto" 

Me dijo Iván, un amigo de mi madre, un día que tuvo que ir a buscarme el motorizado (en Venezuela, persona que va en moto a resolver diligencias de una oficina) a la orquesta, poniendo en peligro a mi viola.

 Supongo que cada hijo está diseñado genéticamente a prueba de sus propios padres, ¿y qué mamá no hizo cosas como celebrar el cumpleaños cuatro días después, olvidar o cambiar el nombre de dicho hijo, pasar de largo el hecho de que el niño tiene que ir al colegio?, porque a veces mi mamá y yo nos quedábamos días seguidos en la oficina de la "Defensoría del Pueblo", sin ducharnos y esperando eternamente el momento de ir a casa. Pues la mía si, y aquí estoy, escribiendo ésto de lo más cómoda en mi balcón con mi copa de "alguito" (por no sonar demasiado hipster)

La Nona (mi abuela) - "Araceli, siempre igual, ¿y que tal si la niña se venía sola caminando del colegio?"

Mi mamá - "Pues que hubiera llegado a la casa!"

Desde pequeñita me programaron para saberme la información adecuada para llegar "a la casa", yo era de las que se sentía privilegiada el día que venia a buscarme mi mamá al colegio o a la orquesta, las demás se quejaban porque estaban acostumbradas pero a mi me daba un gustazo increíble. Porque a mi mamá todas esas metidas de pata se le quedan pequeñas, no voy a hablar de las cosas que ha hecho bien como aguantarse todas esas enfermedades que les dan a los niñitos y la constancia de madre, porque eso sería redundante, si digo las cosas buenas que ha hecho mi mamá, podría escribir el guión de una película de James Bond en Venezuela.

En conclusión, Araceli, mi mamá, nunca hace nada demasiado grave, (aunque yo me haga la indignada), porque es incalculable la magnitud de las cosas que hace bien, entonces todas éstas "catástrofes" se transforman en algo risible, situaciones anecdóticas que me llenan de satisfacción, mi vida se me hace hasta interesante. 

Luego con el tiempo uno se da cuenta que se parece bastante a las mamás y a los papás, en mi caso es una grata sorpresa. Gracias mamá, feliz cumpleaños, esta noche cuando pase la luna le mando besos para que te los dé.

Mami sobre caucho viejo en Cambridge!