Despierto,
enciendo la luz, explota la bombilla, me asusto y derramo sobre la
cama el vasito de agua, ese que uno pone en la mesita por si da sed
en la noche. Estoy un rato asimilando lo que pasó mientras reviso
los mensajitos en mi teléfono y leo que el profesor mas inepto del
máster nos ha puesto una nota asquerosa en un trabajo en el que nos
hemos dejado la espalda literalmente. Indignada y llena de ardor e
impotencia decido levantarme para ir a pedir explicaciones sobre los
criterios de corrección a la persona esa que pusieron como
responsable de la materia en cuestión.
Me
levanto, para limpiar el desastre y piso vidrios, los de la bombilla.
Respiro, miro el techo y dando brinquitos con un solo pié me voy al
baño, me meto en la ducha para lavarme las heridas, los vidrios que
están entre los cabellos y ya que estoy el resto del cuerpo. Abro la
llave del agua y se rompe la manguera, fue una difícil tarea, pero
al final logré ducharme. Al salir me disponía a hacer el desayuno,
pero al buscar la leche me di cuenta que la nevera llevaba un buen
rato entreabierta, gracias al hielo que se forma en el espacio del
congelador, que para entonces ya estaba derritiéndose y al parecer,
desde hacía un buen rato, formando un charquito al rededor.
Pasada
ya mas de hora y media, después de descongelar la nevera, limpiar
toda la cocina y secar el suelo entero, procedo a prepararme por fin
el tan ansiado desayuno, al meter el vaso de café en el microondas,
la puertita del horno golpea a una botella que a su vez le da un
golpecito al vaso de café que tenía en la mano, éste se rompió
derramándose todo el contenido y cortando las manos que lo
sujetaron.
Creo
que pasó otra hora mas entre volver a limpiar la cocina, curar las
heridas y terminar de recoger el desastre. Me senté en el suelo a
respirar, miré al pedacito de cielo que cabe por mi ventana y empecé
a llorar y a reír al mismo tiempo, uno de los ataques de risa mas
largos que he tenido últimamente.
Sin
parar de reír pienso que es un día para no hacer nada y que espero
que todas las energías negativas de un radio extenso a mi alredeor
se concentren en mi y no molesten a los demás, así me consuelo.
Pensé
en escribir ésta entrada y aligerar carga, abro el google crhome,
escribo la dirección de mi blog, le doy a "Nueva entrada"
y aparece una notita : Has salido desde otra ubicación.
¿Quieres acceder de nuevo? con las opciones, Si, quiero acceder de
nuevo o Cerrar. El fulano cartel aún no ha dejado de desaparecer por
más que le digo Cerrar, y así lleva apareciendo desde hace unos 20
minutos que empecé a escribir. Es una de esas cosas que ponen a
prueba tu paciencia y que igual hasta te hace mejor persona.
Espero por la
noche poder escribir una entrada con eventualidades mas amables o
menos cortantes, pero lo que pude aprender de ésta mañana es que,
por mas cartelitos molestos que popéen de la página que estas
usando, por mas vidrios que revienten expontáneamente, por mas
neveras que se autodescongelen o por mas profesores de poca monta que
aparezcan en tu mañana de viernes, hay que saber que es algo
circunstancial, que con un poco de buena música y una peli se van
las malas vibras y que si encima alguien lee lo que te pasa y logras
que incluso se ría, entonces todos esos accidentes pasan a
transformarse en anécdotas fantásticas que te convierten en un
sobreviviente.
Feliz
viernes!
(no hay foto
porque no me dejó subirla el servidor, por supuesto! pero iba a
poner la del cartelito.)
Al fin lo logré, después de instalarme el mozilla firefox.
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