martes, 21 de mayo de 2013

Me huele a Música otra vez.




Las universidad, la licenciatura, los vicios, los amores, los desamores, los viajes, el máster y otras cosas me han mantenido ocupada estos últimos años y ahora hay una fase de transición. Ahora hay un silencio, los silencios son importantes, para pensar, para respirar, pero a veces si son demasiado largos, te vuelven un poco loco.

Es en esos silencios que se hace mas evidente que no se puede parar de trabajar, porque entonces no hay arte ni hay nada. Estas tardes frías que funcionan como despedida de la primavera, me ponen nostálgica supongo, me hacen pensar en música y no en imágenes. Es que ya lo decía mi madre “me lo agradecerás cuándo seas grande”. Esas tardes maravillosas de sol en las que me quedaba practicando con la viola, o los días de tensión que nos poníamos a manosear el teclado ese lleno de polvo que teníamos en el pasillo, me han permitido tener ciertas herramientas para producir música, y ahora es un gran momento para desempolvarlas y ponerlas en uso.

Dibujar la lluvia, la felicidad, el dolor o crear mundos imaginarios a través de la música parece casi tan imposible como fabuloso, por eso admiro tanto a mis amigos músicos, ellos son capaces de hacer todos estos conceptos casi tangible, a demás hacen que parezca hasta fácil. Con cada nota se demuestra lo humano que es la necesidad de tener música, un trabajo absurdo y de vagos como suele pensar esta occidentalidad tan siniestra.
Escuchar una flauta lejana a través de mi ventana me parece algo magnífico, un privilegio, incluso cuando salen notas desafinadas, me hace transportarme a otra época en la que nunca he estado. Me parece maravilloso que ésto se logre incluso en momentos donde no hay que estar prestando entera atención a aquel sonido que de pronto invade el aire.

Vivan los músicos y sus madres, vivan los artistas y los que exponen sus mundos propios con gracia para darle color y sentido a éste otro que a veces nos deprime y en el que tenemos que dormir, comer, amar y crecer. Vivan los creadores y vivan también los que saben disfrutar de esas creaciones. Hoy solo quería contar que me siento agradecida por eso.

La lunita desde mi ventana

1 comentario:

  1. Mariana... ¡Genial! Muchos te comentan por facebook cada vez que publicas el enlace de una nueva entrada de este original y ameno blog que te has montado.
    Opto por escribirte aquí mismo porque me gusta más. ¿Sabes? te estoy descubriendo poco a poco ¡eres un crack! Escribes muy bien, corrijo, piensas y por eso escribes así.
    Has conseguido captar mi atención (siempre lo haces con tus escritos) con tus palabras acerca de la música. Y encima... ¡cierras con la Luna!
    Estoy deseando escuchar ya un acorde de tu viola, que sonará igual de "divine" como se ve tus escritos.
    ¡Saludos!

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